
Unidos por Ecopetrol
Autor: David Mora. Economista, Mgtr Economía del Desarrollo Metropolitano y Regional, analista económico y docente universitario.
La empresa de mayoría pública más importante del país, Ecopetrol, la joya de la corona, está atravesando por una difícil situación financiera y lo más preocupante, se vislumbra un futuro oscuro de mantenerse su actual administración y las políticas de decrecimiento antinacionales.
En 2024, Ecopetrol le transfirió al país poco más de $40 billones de pesos, incluyendo dividendos ($11 billones), regalías ($10 billones) e impuestos ($19 billones); cifra que refleja una caída superior al 31% respecto a 2023 cuando las transferencias fueron de $58 billones e incluso menor a 2022, cuando las transferencias fueron de $42,4 billones. La compañía pasó de representar el 11% del presupuesto nacional a menos del 8% actual.
Por donde se mire Ecopetrol no va bien. Los dividendos por acción pasaron de $593 pesos en 2022, a $312 en 2023 y $214 en 2024, equivalente a una disminución del 64% en tan solo dos años. También cayeron los ingresos totales, la utilidad neta, el EBITDA, el margen EBITDA, el ROACE y el valor de la acción en bolsa. Todo mal.
Ni siquiera el incremento de la producción promedio que llegó a 746 mil barriles de petróleo diario (kbped) en 2024 se puede celebrar, porque aparte de que Índice de Reposición de Reservas (IRR) se situó en 104% como en 2022, la cantidad de reservas probadas durante el mismo periodo disminuyeron de 2.011 millones de barriles a 1.893 millones; empujando así la vida media de producción de crudo a menos de 7,8 años y de gas a menos de 6,7 años. Con la mala noticia de que las cifras del primer trimestre de 2025 no dan señales de alguna mejora.
La justificación de la junta directiva señala de toda responsabilidad a los “factores externos” como la TRM, la inflación y la caída del precio internacional de los malos resultados. Según sus cálculos, en las mismas condiciones de 2023, Ecopetrol hubiera reportado utilidades netas por $21 billones en 2024, es decir, $6 billones más de lo que realmente registró; lo que equivaldría a $2 billones más que en 2023 ($19,1 billones) y $12,4 billones menos que en 2022 ($33,4 billones). Ni así se explica la totalidad de los preocupantes resultados.
Aún cuando es cierto que los factores externos impactan de forma negativa los resultados de la compañía, también es cierto que la mayoría de junta directiva y su presidente, Ricardo Roa, solo “están buscando el ahogado aguas arriba”, cuando deberían empezar por buscarlo aguas abajo, asumiendo la responsabilidad de sus decisiones en contra de Ecopetrol y la nación.
Decisiones como negarse a firmar nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos por orden directa del Presidente Petro debido a su falso ambientalismo, al tiempo que decidieron recortar la inversión en exploración y extracción de hidrocarburos y para completar, al parecer, habría manejo corrupto en la contratación de la empresa. Esto último tiene hoy a Ricardo Roa, con una nueva investigación – de las tantas que tiene – esta vez, ante la fiscalía por posible direccionamiento de contratos.
Como si esto fuera poco, el director de la DIAN, Luis Eduardo Llinas, condenó a Ecopetrol a pagar $9,4 billones por supuestamente no pagar IVA a la gasolina durante al menos tres años atrás. Condena que puede ser mucho peor, si al funcionario del Gobierno Petro, le da por extender el cobro al ACPM, lo cual empujará la sanción a $21 billones de pesos. Para comprender la gravedad de la decisión, solo es necesario recordar que las utilidades netas de la empresa en 2024 fueron de $14,9 billones. ¡Arriba las manos, llegó la DIAN de Petro!
La gavilla contra Ecopetrol viene desde todos los frentes del Gobierno. Hace un mes el Ministerio de Minas y Energía autorizó de forma irregular a la multinacional Primax a importar entre 4,2 a 5,4 millones de galones de gasolina. Esto a pesar de las recomendaciones y advertencias de funcionarios de la entidad e incluso de la compañía que consideran esta importación como ilegal, debido a que no existe ninguna justificación técnica para importar gasolina y afectar aún más la finanzas de la compañía.
Lo curioso es que, mientras los “factores externos” y las políticas oficiales del Gobierno, asfixian a Ecopetrol, al sistema financiero, que tanto critica el Presidente Petro en público, le va muy bien en privado. En 2024 por ejemplo, la utilidad neta del Grupo Aval creció más del 37% y durante el primer trimestre de 2025, creció más de 217%.
Todos deberíamos estar preocupados porque la “iguana esté más flaquita” como reconoció Ricardo Roa, pero no porque vaya a “caminar más rápido”, sino porque la tienen pasando hambre; lo que afecta negativamente las finanzas del Estado y con ello, la inversión para creación de nueva riqueza y las transferencia a los más necesitados del país. Pero de forma grave, golpea la soberanía energética de la nación poniéndonos en manos de potencias productoras de petróleo y gas como EE.UU, que cada día es más hostil.
A pesar de todo lo anterior de forma inexplicable y reprochable, el Presidente Petro insiste en sostener en el cargo a Ricardo Roa y peor aún, mantiene la política antinacional en contra de la empresa, la joya de la corona nacional.
El país no puede esperar más, no es opción seguir observando impávidos como se marchita nuestra empresa. Es necesario juntarnos para defenderla, sin distinción, es hora de unirnos por Ecopetrol, ¿quien dijo yo?