
¡Aliste el bolsillo! El Gobierno Petro subirá las tarifas reales de energía
Autor: David Mora. Economista, Mgtr Economía del Desarrollo Metropolitano y Regional, analista económico y docente universitario
El Ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, se ha paseado por todo el país echando el cuento de que el día 11 de agosto radicará el proyecto de ley para “bajar las tarifas de energía”, pero esto no es así, lo que va a ocurrir es todo lo contrario, subirán las tarifas reales de energía para la mayoría de colombianos. Se los explico.
Es cierto que el país no aguanta más incrementos de las tarifas de energía. Los hogares de todos los estratos y las empresas de todos los niveles están asfixiadas con tarifas que se han vuelto impagables, las cuales crecen año tras año sin que los gobiernos de turno les hayan puesto freno.
Como respuesta a la problemática, después de tres años de haber anunciado de todo sin lograr una solución real, el Gobierno Petro decidió radicar un proyecto de ley para establecer nuevos “mecanismos en relación con el régimen tarifario del servicio público de energía eléctrica”.
En la exposición de motivos del proyecto de ley queda claro que para el gobierno el problema está en que “la asignación de subsidios a los usuarios del servicio de energía eléctrica es obtusa, ocasionando un gran desperdicio de recursos fiscales en razón a que se les está entregando subsidios a familias que en realidad no lo necesitan” las cuales están en los estratos 1, 2 y 3.
Por tanto proponen modificar el mecanismo de estratificación para incluir criterios como el nivel de ingresos de cada familia, el consumo de subsistencia a la baja y que, los hogares subsidiados “que superen el consumo de energía mensual de los usuarios de estratos no subsidiados” o cuando su consumo promedio “supere el doble del consumo de subsistencia” perderán el beneficio, como indica el artículo 3 del anteproyecto.
Según los estudios citados por el gobierno, al incluir el criterio de nivel de ingresos de cada familia, entre el 35% al 60% de los hogares de estratos 1, 2 y 3 que reciben subsidio de energía no deberían recibirlo. En números, los hogares que dejarían de tener derecho al subsidio serían más de 4,4 millones y menos de 7,6 millones en todo el país.
Pero el asunto empeora si el Gobierno Petro aplica el criterio de consumo de subsistencia que cita de la UPME como algo positivo, el cual plantea que los valores subsistencia deben reducirse “progresivamente” de 173 y 130 Kwh/mes hasta llegar a 91 y 75 kWh/mes respectivamente, según la ubicación geográfica de cada usuario por encima o por debajo de los 1.000 metros sobre el nivel del mar.
Desconociendo que según la misma UPME, en 2019 el consumo promedio de energía por hogar era de 157KWh/mes y el consumo percápita residencial fue de 41,5KWh/mes. En otras palabras, de llegar a los valores citados los hogares de 3 personas perderían el derecho a subsidio, así sean vulnerables según el ingreso y estén ubicados en los estratos 1, 2 y 3.
Hasta aquí, el proyecto de ley del Gobierno Petro da cumplimiento a rajatabla al CONPES 3386 de 2005 del Gobierno Uribe sobre la modificación en la focalización de subsidios en los servicios públicos tal cual lo ha orientado el Banco Mundial y otros organismos internacionales.
Pero como el ministro Palma es fiel discípulo del presidente Petro, no se arriesgaría a presentar un proyecto de ley tal cual lo estableció el Gobierno Uribe. Tampoco dejaría solo el artículo 3 que no reduce la tarifa de los estratos 1, 2 y 3 pero si elimina el subsidio a millones de estos. Para engañar se incluyó primero el artículo 2, que sin ningún estudio de capacidad de pago, hace que los usuarios de estratos 4, 5, 6 y no residenciales regulados (empresas industriales y comerciales) paguen “la deuda de la opción tarifaria de los usuarios de estratos 1, 2 y 3 a nivel nacional” por hasta 15 años.
¡Ahí está la clave del engaño! De aprobarse el proyecto de ley, la reducción temporal que verán los hogares de estratos 1, 2 y 3 en la tarifa de energía será por concepto de la eliminación de la opción tarifaria más no de su tarifa real, la cual crecerá progresivamente en la medida que se apliquen los nuevos criterios de focalización.
Lo que no ha comprendido el Gobierno Petro es que el problema central de las tarifas de energía impagables se debe a dos factores. El primero está en la ley 142 de 1994 en su artículo 87 que fija los criterios para establecer la tarifa, donde incluyen la eficiencia económica y la suficiencia financiera; los que generan enormes costos y garantizan altas rentabilidades por la prestación del servicio. Estos criterios no los modifica el proyecto de ley, se mantiene el negocio.
El segundo factor radica en la estructura productiva del país, en la poca riqueza que se crea y en la concentración de la misma, lo cual hace que para los hogares sea cada vez más difícil pagar las tarifas de energía que crecen por encima de sus ingresos. No olvidar que 6 de cada 10 colombianos gana igual o menos de un salario mínimo, el 57% trabaja en la informalidad y estamos en el tercer país más desigual del mundo.
De forma directa el proyecto es contra los estratos 4, 5, 6, la industria y el comercio y, de forma solapada, a cuenta gotas, contra los estratos 1, 2 y 3. Mejor dicho, ¡Aliste el bolsillo! El Gobierno Petro subirá las tarifas reales de energía si el país se deja engañar y no levanta unido su voz de protesta.
				
					


