Judicial

La URT reclama más de 26 mil hectáreas del territorio colectivo Iwiwi y Alto Patenae ubicado en Meta y Vichada.

 La Unidad de Restitución de Tierras, radicó ante un juez Civil del Circuito Especializado de Villavicencio, la demanda que pretende reclamar 26.617 hectáreas y 5538 m² del territorio colectivo de Iwiwi y Alto Patenae ubicado en los municipios de Puerto Gaitán en el departamento del Meta y Cumaribo, Vichada.

El territorio está conformado por 425 personas del pueblo Sikuani que representan 100 familias, organizadas en 20 comunidades y que han sido víctimas de afectaciones como confinamiento, despojo y abandono por cuenta de la presencia y disputa territorial de los grupos al margen de la ley.

Entre las pretensiones de la acción judicial se encuentra: amparar el derecho fundamental a la restitución de los derechos territoriales del pueblo indígena Sikuani, además que en concertación con las comunidades del territorio colectivo de Iwiwi y Alto Patenae, culmine el proceso de ampliación, solicitado desde el año 1987 y reiterado en 1992; que realicen acciones informativas, en el marco de una estrategia pedagógica y de sensibilización con la población campesina inmersa en el Resguardo y los colindantes en las zonas de mayor presión colonizadora para que, con un enfoque de derechos y de reconciliación, se informe y sensibilice acerca de la condición legal y cultural de los territorios indígenas.

Algunas de las afectaciones que motivaron la presentación de la demanda, están relacionadas con la permanente presencia de narcotraficantes, guerrilla y Autodefensas. Según el informe de caracterización realizado por el equipo étnico de la URT, en la década de los 90, en este territorio se hallaron dos pistas clandestinas al servicio del narcotráfico, las cuales eran vigiladas por grupos paramilitares que impedían el paso del pueblo Sikuani hacia la vereda de Planas ocasionando el confinamiento.

Posteriormente y tras la constitución del Resguardo, hizo presencia la guerrilla de las FARC – EP, quienes circulaban en las zonas aledañas y luego, con el auge de los cultivos ilícitos, ingresaban al territorio, obligando a las comunidades a vincularse a la actividad ilegal y restringieron las actividades de subsistencia, afectando de esta manera, el gobierno propio.

En 1993 el ejército realizó aspersiones de glifosato sobre el territorio colectivo Iwiwi y Alto Patenae lo cual causó un grave impacto en la flora y los caños utilizados por los pobladores ancestrales, ocasionando afectaciones ambientales para la comunidad.

En los años siguientes, el pueblo Sikuani fue objeto de reclutamiento y de todo tipo de desmanes por parte de la guerrilla y de los paramilitares. La afectación más reciente fue en 2022, cuando las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo realizaron señalamientos y amenazas, por medio de un audio de WhatsApp, contra miembros de la guardia indígena.

Crédito Llanogas

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