
Cormacarena llegó hasta el resguardo El Tigre para entregar 120 ralladoras de yuca a mujeres Sikuani
Después de siete horas de recorrido desde el casco urbano de Puerto Gaitán, el director de Cormacarena, Jhorman Saldaña, llegó hasta el resguardo indígena El Tigre, para entregar personalmente unas herramientas que transformarán la vida de sus habitantes. “Entregamos al resguardo indígena El Tigre 120 ralladoras de yuca que facilitan el trabajo de la mujer indígena, proveedora del alimento para las comunidades. Esta es una manera de apoyar actividades que permiten a las familias vivir en armonía con la naturaleza, respetando sus costumbres y tradiciones”, señaló el director de Cormacarena.
La comunidad del resguardo está conformada mayoritariamente por el pueblo Sikuani, donde las mujeres desempeñan un rol fundamental en la siembra, cuidado y transformación de los productos en la chagra o conuco. La yuca brava, base de su alimentación, es transformada en casabe, mañoco y fariña, alimentos esenciales de su cultura y sustento diario.
Consciente de las necesidades de estas comunidades y de las dificultades que enfrentan para producir sus alimentos tradicionales, la corporación entregó estas máquinas que representan múltiples beneficios: reducen el esfuerzo físico, agilizan el rallado que antes se hacía manualmente, aumentan la producción y permiten incluso generar ventas, fortaleciendo la economía familiar y comunitaria. Sobre esto, Yeison Estrada, miembro de la comunidad, manifestó: “En el día a día, las mujeres van a descansar de las manos, para sacar mañoco y casabe”.
A su vez, Rosalba Estrada León, docente del resguardo, destacó la importancia de esta gestión: “A nombre de todas las mujeres indígenas del resguardo El Tigre, agradecerle a Cormacarena, al director que hoy nos trajo las máquinas ralladoras”.
La corporación trabaja de la mano con las comunidades indígenas en la protección del ambiente, reconociendo que su relación armónica con los bosques y el territorio es un ejemplo de sostenibilidad y respeto por la naturaleza. La entrega de estas herramientas fortalece la preservación de la cultura Sikuani, al integrar tecnologías sencillas con prácticas ancestrales.