Un aporte a la solución de la vía Bogotá- Villavicencio
Por: Ing. Reinaldo Venegas Ex director CORPES ORINOQUIA. Ex viceministro del Minstransporte
Los colombianos hemos visto en los noticieros y en las redes sociales recientemente aun campesino de Pajarito (Boyacá), “tirarle línea” a la directora del Invias, sobre la solución a la crisis del colapso del puente los Grillos (transversal del Cusiana); volver abrir la antigua vía y poner a disposición del trayecto critico un equipo de maquinaria con su respectiva cuadrilla para resolver en (1.5 a 3 Km) los posibles derrumbes y dificultades geológicas de ese tramo y dar transitabilidad, mientras llegan los estudios y diseños como respuesta técnica a la caída del puente que demoran alrededor de año y medio.
El corredor vial Bogotá-Villavicencio, fue construido entre los años 30s y 40s, cuando nuestro modelo de desarrollo se basaba en cuencas hidrográficas, en esa medida el corredor vial hecho a pica y pala se construyó en paralelo al rio Negro y al rio Guayuriba, sin una ingeniería profunda ni estudios geológicos y geotécnicos de detalle y sin estudios de riesgos y amenazas de sismicidad y fallamiento geológico que advirtieran, o nos indicaran los tramos inestables (Puntos críticos hoy día).
Con estas circunstancias tan parecidas a la caída de los Grillos (Vía del Cusiana), una solución posible puede ser: Identificados los puntos críticos que no son mas de 10, construir carreteables cortos evitando al máximo zonas inestables y /o laderas en movimiento, haciendo puentes de luces no tan extensas que se acomoden mejor a los movimientos del terreno con un programa y un presupuesto adecuado de mantenimiento, que permitan tomar acciones rápidas y que haya TRANSITABILIDAD permanente y continua en el corredor vial.
Los puntos críticos a los que hago referencia (10), son aquellos más dificiles, en donde se registran movimientos de masa, caídas de piedra, etc, es decir donde toca hacer una variante de orden secundario para evadir la falla.
Como la concesionaria no está obligada contractualmente a invertir recursos financieros en los puntos críticos de la vía, sugeriría echar mano de recursos OCAD Región Llanos, que tiene como uno de los objetivos; presentar, elaborar y ejecutar proyectos que generen impacto local y regional.
Finalmente, recomendaría que se priorizaran este tipo de corredores viales tan importantes para la economía nacional y a su vez se formalizara una “especie de gerencias” dependientes del despacho ministerial, para que la operación, control y seguimiento no generen tanto traumatismo y cierres casi todos los años a regiones estratégicas para la economía del país, como la Orinoquia Colombiana.
