
Raponazo a las regalías del Meta 2.0, versión Petro
Autor: David Mora, Economista, Mgtr Economía del Desarrollo Metropolitano y Regional, analista económico y docente universitario.
Las plenarias de Cámara y Senado del Congreso de la República aprobaron la distribución del presupuesto de regalías para el bienio 2025 – 2026 tal cual lo propuso el Gobierno Petro por valor de $30,9 billones de pesos (1,7% del PIB), cerca de $400 mil millones menos que lo aprobado en 2022 para el bienio 2023 – 2024, con una leve reducción de alrededor del -1,3% en términos corrientes.
Aunque en el monto total en bruto no se visualizan grandes cambios, cuando se analiza el detalle tanto de ingresos, gastos y distribución por partida, sí se evidencian diferencias sustanciales respecto a lo aprobado para el bienio anterior.
En cuanto a los ingresos, para el bienio 2023 – 2024 el valor total fue de $31,3 billones (2,1% del PIB) de cuales, los ingresos corrientes estimados fueron de $29,9 billones mientras los otros ingresos (rendimientos financieros, reintegros y otros) fueron de $1,4 billones. Por su parte para el bienio 2025 – 2026 los ingresos corrientes fueron de $25,5 billones y los Otros Ingresos sumaron $5,4 billones. En otras palabras, sin rendimientos financieros ni reintegros la caída de las regalías hubiera sido del -12,5%.
En cuanto a la distribución general del gasto el recorte total a las partidas del SGR fue similar a la caída de los ingresos corrientes. La única partida que aumentó la asignación de recursos fue la del Acuerdo de Paz para los 170 municipios PDET en más del 100% respecto al periodo anterior, pasando de $3,4 billones a $6,95 billones. El incremento se debe a que el Gobierno Nacional destinó $5,17 billones, el 96% de los Otros Ingresos a esta partida.
Lo sorprendente no es la asignación de mayores recursos a los municipios que han sufrido décadas de abandono estatal y de violencia estéril que nada bueno le ha dejado al país, pues sin duda necesitan con urgencia esos recursos; lo sorprendente está en el desprecio del Gobierno Nacional y del Congreso de la República con el departamento del Meta, el territorio con mayores reservas probadas de crudo y mayor producción de petróleo del país, con un 58% y 55% respectivamente.
A pesar de que el petróleo junto con el gas representaron el 68% del total de los ingresos corrientes del SGR y que, el departamento del Meta aporta más de la mitad de ese petróleo, el territorio tuvo un recorte total, incluido sus municipios, del más del 33% de las regalías asignadas para 2025 – 2026 respecto al bienio anterior. La asignación pasó de $2,4 billones a $1,6 billones, cerca de $800 mil millones menos. Un raponazo al departamento de $478 mil millones y a los municipios de $318 mil millones.
La situación es de la mayor gravedad, ya que el raponazo pone en riesgo la urgente y necesaria transformación productiva que debe hacer el departamento en menos de 7,5 años de reservas probadas de crudo con las que cuenta y que caerán con rapidez debido a la decisión antinacional del Gobierno Petro de no firmar nuevos contratos de exploración y explotación de petróleo. Lograrlo será prácticamente imposible con menores recursos, ya que el PIB departamental depende en un 46% de este sector, el cual genera 22.000 empleos formales bien remunerados, compras locales de bienes y servicios por $1,45 billones, inversión social por $88.000 millones y construcción de vías por valor de $29.000 millones anuales.
Aunque es cierto que en general la dirigencia tradicional que ha gobernado el departamento no es ejemplo de honradez ni pulcritud, tampoco lo son los gobiernos nacionales incluido el actual. Por tanto justificar el raponazo a las regalías del Meta con el argumento de la corrupción es totalmente equivocado porque no le corresponde ni al gobierno de turno ni al congreso determinar dónde roban más y donde menos, esa tarea es de los entes de control que deben vigilar cada peso para que no se lo roben y de la justicia que debe actuar contra los corruptos.
Pero como estamos en la Colombia del “cambio”, sin cambio, el departamento del Meta sufre un nuevo raponazo a sus regalías, como en la época de Santos, pero ahora, versión Petro. ¡No hay derecho!