
Quincuagésimo aniversario de Unillanos
Por Jorge Enrique Cubillos Caicedo (*)
Arturo Arango Mutis, profesor de Geografía Económica y otras materias, esto escribió: “El 2 de mayo de 1975 llegaron expectantes los estudiantes y docentes a las instalaciones del Colegio Inem, ‘Luis López de Mesa’, con el fin de iniciar sus estudios profesionales en la Universidad Tecnológica de los Llanos Orientales, ‘Utello’; funcionaron allí, durante dos (2) años, las facultades de Ingeniería Agronómica, Medicina Veterinaria y Zootecnia, Tecnología en Enfermería y las Licenciaturas en Matemáticas y Física y Ciencias Agropecuarias”. Arturo Arango, fue clave en la transformación de Utello a Unillanos y en el diseño del Logo.
Los que iniciamos, fuimos testigos de eso. Había incertidumbre por la estructuración y funcionamiento de la primera universidad en esta Media Colombia, que nacía en medio del aire por estar en aulas prestadas. Entre todos, directivas, administración, profesorado, empleados y estudiantes, le aportábamos motivación y entusiasmo para que la cosa realmente resultara. Todos nos conocíamos. Éramos cinco cursos y nos compenetramos en franca unidad y solidaridad desde ese preciso instante. Viene la noticia después, de que nos iríamos a trasladar a la nueva sede.
Hoy, me hago la autocrítica por no comprender en su momento la dimensión del esfuerzo del ministro de Educación, Hernando Durán Dussán, de querer dejar un legado en su feudo político, partiendo casi de la nada. Qué error protestar porque la sede de la Universidad iba a quedar cerca de instalaciones militares, terreno que donó doña Felicidad ‘Fela’ Barrios, en la vereda Barcelona. Ese virus constestatario y dizque revolucionario, lo conduce a uno a vociferar y a injuriar aún contra los que le extienden a uno la mano. Volviendo a esa historia me pongo a pensar, ¿quién regala esas 43 hectáreas así por así?
Como primíparos de primíparos, nos tocó buscar soluciones de consuno e inaugurar todo. Bendición contar con los profesores de la Universidad Nacional que nos asignaron. Gracias doctor Tobos (Anatomía), doctor Rueda (Fisiología), doctor Mogollón (Patología) y doctor García (Médico Quirúrgica). Ni que decir de ese excelente profesor y maestro, doctor José Ignacio Pareja Mejía (Ginecología, Obstetricia, Andrología); esa oportunidad que nos dio a un grupo de sus alumnos de ir a acompañarlo en su tarea de juzgamiento en la Feria de Florencia, fue inolvidable. ¡Ojalá las fuerzas Militares vuelvan a prestar la Piper Navajo!
nillanos está muy bien posicionada. Tiene nuevas carreras, y en su acreditación la mayoría es de alta calidad. Ahora el esfuerzo de directivas, y sectores políticos, académicos, intelectuales, empresariales y estudiantiles, es que la Media Colombia tenga la facultad de Medicina en Villavicencio, como institución pública. Tenemos muchos médicos llaneros especializados, graduados con honores en diversos postgrados realizados en las más prestigiosas universidades del exterior, y, fungen prestando su experiencia y servicio aquí mismo en Villavicencio.
Los instructores del SENA Jaime Monroy y Jesús Ortíz, fueron como nuestros papás en la parte práctica. Contratados por la Universidad para tal enseñanza especializada, fueron docentes que igualmente compartían con nosotros su condición de classmate. Syllabus de confianza para perderle el miedo a las cosas en las cuales debemos ser duchos los llaneros: enlazar, saber montar, manejo y derribo de animales, vacunar, uso de intravenosa para eficaz aplicación del suero con agregados, hacer nudos, y demás asuntos prácticos y de rutina básica. ¡Qué bueno que nos volviéramos a reunir!
(*) Magíster en Estudios Políticos, Universidad Javeriana. cubilloscaicedo@hotmail.com @CubillosJorge marzo 11 de 2025.