
Notas Sueltas Mientras Tanto. EL DIA EN QUE FRANCISCO VINO AL META
Por: Nino Matus
¡Hace 5 días falleció el Papa.
Esta circunstancia hace inevitable recordar la visita de Francisco a Villavicencio. Aquí repúblico unos recuerdos y anécdotas, desde lo que viví, de esa fecha que quedó grabada en la historia regional.
Tuve la fortuna de ser un actor más que, bajo la dirección del Presidente Santos, la orientación del Vicepresidente General Naranjo, la Gerencia de Juan G. Zuluaga y la dedicación de la Gobernadora Marcela Amaya, hicieron exitosa la presencia del Papa entre nosotros.
VIENE EL SANTO PADRE
El 8 de septiembre de 2017, el Papa Francisco vino al Meta y desde Villavicencio entregó un mensaje de fe y reconciliación para todos los colombianos. Más de 650 mil personas esperamos al líder más importante de la humanidad., que llego diciendo…, «No pierdan la esperanza, no pierdan la alegría, no pierdan la sonrisa».
La jornada para mí había empezado 6 meses atrás, cuando el 10 de marzo se conoció el anuncio de que el Papa vendría a Colombia en su condición de Pastor de la Iglesia Católica y Jefe del Estado Vaticano.
Además supimos que vendría a Villavicencio a encontrarse y escuchar a las víctimas del conflicto armado y a beatificar a dos sacerdotes mártires en una misa campal.
ORACION CON LAS VICTIMAS
Lo primero que hice fue buscar referentes de realización de visitas del Papa a otras ciudades del mundo. Estaba decidido a presentar una propuesta para lograr la producción de un evento sin precedentes en los Llanos y en Colombia. ¡Toda una aventura!
Lo siguiente fue llamar a mi amigo “El Negro” Ortega, un experto productor técnico de eventos de gran magnitud. Estaba en Dubái, pero llego a los pocos días y nos reunimos en Villavicencio. Fuimos al parque de las Malocas pues estábamos encaminados a producir el Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional con las Victimas de la Violencia, con 6000 personas entre víctimas, invitados y observadores. Hicimos planos, detallamos la logística y establecimos las necesidades técnicas en cuanto a sonido, escenario e iluminación.
Con estos apuntes armamos una idea y le pedí una cita a Alan Jara, director de la Unidad de Victimas. En esa primera reunión deposito su confianza en mi capacidad para hacerlo y con su sola palabra, iniciamos la planeación en detalle lo que sería dicho evento.
Se conformo un equipo de preproducción idóneo y cometí el error de vincular una empresa para la producción ejecutiva, que después nos causaría grandes decepciones y problemas. Mientras tanto la curia hacia un serio trabajo y nada se filtraba… y nada se firmaba.
UN LLANERO AL MANDO
Las cosas hay que decirlas como realmente sucedieron.
A finales de marzo, el gobierno nacional designa como coordinador de la visita del Papa al General Oscar Naranjo y este, a su vez, a Juan Guillermo Zuluaga como responsable, quien asumió la tarea con entusiasmo. Ante los resultados obtenidos, en abril se le designa Gerente General de la Visita Papal. ¡Que honor para un hijo del llano y que gran responsabilidad! la que acarreaba esta dignidad, que supo sacar adelante, de manera ejemplar, el suceso más importante de Colombia en los anteriores 30 años, por la naturaleza del personaje y por los millones de personas que asistirían.
Con Zuluaga las cosas fueron ejecutivas: Reuniones, exposiciones, informes, constatación de las empresas, verificación de experiencia, muchas visitas de campo, aprobación de protocolos etc.
A principios de junio ya teníamos todo definido. Igual sucedía en el resto del país, en cuanto a logística, equipos y producción técnica y de campo. En nuestro caso sería en el parque de las Malocas, y debíamos también montar y atender un moderno IBC, que permitiera el trabajo de cerca de 470 periodistas, canales y agencias de todo el mundo que ya se estaban acreditando.
Fueron muchas reuniones en Bogotá y en Villavicencio con delegados del Vaticano en todas las áreas. Juan Guillermo conocía al milímetro cada detalle en cada una de las cuatro ciudades. El proceso era frenético, las llamadas se sucedían, las labores de coordinación no paraban. Tenía especial interés en Villavicencio, por lo que varias veces nos reunimos en aeropuertos, en desplazamientos terrestres o a altas horas de la noche, algunas veces junto a la Primera Dama de la Nación, para ultimar o precisar los detalles.
LA MISA CAMPAL
Por mi parte tenía otro reto: obtener la producción de la Misa Campal. Con las cifras ajustadas, y basándonos en proyecciones y estudios aterrizados, hablábamos de congregar entre 600 y 700 mil feligreses y peregrinos del Meta y de los otros departamentos del oriente.
Le presentamos a Juan Guillermo Zuluaga nuestra propuesta y plan de trabajo. Como nos habíamos adelantado, ya teníamos todos los planos y necesidades técnicas, de sonido, iluminación, escenario, zonas de prensa. Sabíamos bien el dispositivo logisto a implantar, conocíamos rutas de acceso y de evacuación, ubicación de cuadrantes, de baños y demás detalles que juiciosamente un grupo de sacerdotes, liderados por el Padre Gustavo Botero, párroco de la Catedral de Villavicencio, habían determinado, con una asesoría informal de nuestro equipo.
Muy comprometida, la gobernadora del Meta tenía el objetivo de que el departamento se presentara con sus mejores galas. En efecto, junto al alcalde de Villavicencio y los demás del Meta, realizaba un importante trabajo de sensibilización ciudadana y en lo concerniente al montaje en el lote donde se había definido hacer la misa campal.
Eran 34 hectáreas, cerca al parque de las Malocas, en las que por instrucciones de la gobernadora, el señor Miguel Ramírez “El Pollo”, trabajaba haciendo cuadrantes, vías internas de circulación, desagües y una explanación que debía quedar muy bien nivelada, para ubicar allí el atrio, el altar y la sacristía Papal.
A mediados de agosto, en una carrera contra el tiempo, se nos aprobó producir la misa campal, que además incluiría la beatificación del Obispo de Arauca, Monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, asesinado por el Eln en 1989 y del padre Pedro Ramírez Ramos, conocido como el “Mártir de Armero”, asesinado a consecuencia de las revueltas del 9 se abril de 1948. Adicionalmente se bendeciría la imagen de la Virgen de Chirajara para ser ubicada en la vía Bogotá – Villavicencio.
DOS FRENTES DE TRABAJO FRENETICO
Así que para el primero de septiembre, teníamos dos grandes equipos: uno en el Parque de las Malocas, con un escenario de 500 mts2, diseñado por Roberto Kattah, el mejor escenógrafo de Colombia, presidido por el Cristo de Bojayá, traído desde el Choco para la ocasión por la Fuerza Aérea.
Allí, la responsabilidad la tenían metenses a quienes les había indicado que, como y cuando hacer: Juan Carlos Cardona de Alkilar Servicios, quien puso pisos, tarima, sillas, camerinos, sala de prensa, etc.; el maestro Wladimir Pardo de Audio América, responsable del sistema de sonorización para que el mundo oyera la oración de su Santidad Francisco así como en el IBC y en la plaza de comidas anexa al recinto del parque y “El Guate” y Sonia con sus comidas típicas del llano para atender a asistentes y periodistas venidos de diferentes partes del país y el mundo.
El otro equipo era el de la misa campal, con escenario y atrio de 1500 mts2, considerado el más bonito de la gira Papal, diseñado también por Kattah, y responsables buenos ingenieros y técnicos que llegaron de varias partes del país, comandados por Ortega y por Álvaro Porras, uno de los más expertos conocedores de audio, televisión y video.
FALTA 1 DIA
A medida que la fecha se acercaba parecía que los días corrieran más rápido. Juan Guillermo hizo un viaje final maratónico por las 4 ciudades revisando cada detalle con minuciosidad. Mi teléfono sonó casi que ininterrumpidamente desde el 7 de septiembre. Muchas visitas y preguntas del equipo, proveedores, prensa y del gerente, quien constataba que todo estuviese en orden. Después me contaría que así lo hizo con las 4 ciudades en forma sucesiva y que el sueño se le espanto.
Sobre las 10 de la noche se abrieron las puertas para dar acceso al público que desde la tarde anterior hacían interminables filas. A la media noche empezó a llover durísimo pero nadie se movía de su sitio. Un poco antes, cerca de 10 mil jóvenes de todos los departamentos de la Orinoquia, marcharon haciendo el rosario con camándulas fluorescentes, guiados por un sacerdote carismático: el Padre Freddy.
Por los 2 lugares paso el alcalde de la ciudad antes de la media noche y un rato después, la Gobernadora verificando y preguntando si había alguna urgencia que pudieran solucionar. Hasta ese momento, ninguna novedad.
Pero algo delicado tenía que pasar y pasó: los caminos internos por donde el Papa transitaría en el papa móvil, saludando a la multitud hasta el altar, se dañaron por la lluvia. ¡Alarma general! Con gran osadía el “Pollo” Ramírez logro que sus operarios metieran una moto niveladora y un vibro para arreglar la vía y lo logro sin contratiempos.
POR FIN LLEGÓ EL 8 DE SEPTIEMBRE.
Juan Guillermo me marco mucho antes de las 6 am. Pregunto si ya todo estaba listo, si había algún imprevisto o inconveniente. Mi respuesta fue que ya estábamos en la mejor condición para recibir al visitante. “A las 7:30 arrancamos” – termino por decir.
A las 6:30 una nueva llamada del gerente con el último requerimiento de la comitiva Papal: Un ventilador de piso. No había nada abierto. Golpeando casa a casa, se consiguió y lo ubicamos bajo el altar como se nos había solicitado.
Y ahí estábamos: 650 mil personas en la misa, 6325 en la oración por las víctimas y más de 500 en la logística. 700 toneladas de equipos traídos de diferentes partes del país, que contenían entre otros: 1 millón 640 mil vatios de sonido, 28 plantas de generación eléctrica, 24 pantallas de video de alta resolución, 37 contenedores de 15 baños cada uno y 450 baterías individuales, las últimas 16 mil sillas disponibles en el país, vallas y muros de contención y un morichal muy llanero montado por Juan “Matas”.
Hubo múltiples ensayos en las últimas 24 horas como los del hermoso coro Papa Francisco, con arpas y voces minuciosamente estructurado por la iglesia. Hubo también cantantes de música llanera y de otros géneros interpretando en sus estilos canciones de alabanza a Dios.
En el entorno directo apoyaron muchas personas, importantes todas, que siempre recuerdo con afecto y gratitud: Diana, Oscar, José Luis, Bibiana, Mery, March, Fernando, Manuel, Miguelito, Yulitza, María Claudia, Adriana Sofía, Marciano, Alejo, los 2 Camilos y Yenny, la mano derecha de todos….
EL LLANO, COLOMBIA Y EL MUNDO, VIERON Y SABEN LO QUE PASO.
A las 9:01 de la mañana del 8 de septiembre del 2017, el avión Papal aterrizo en la base militar de Apiay. 11 minutos después la historia se hizo realidad: ¡El Papa Francisco piso suelo metense…., tierras llaneras!
A las 9:45 a.m. inicia su recorrido en por el terreno de misa campal. Jubilo y ovaciones de todos los feligreses que lo escuchamos decir “Reconciliarse es abrir una puerta a todas y a cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto”.
A las 3:27 p.m. recorre el coliseo de malocas en un carro de golf adaptado, ante gritos de emoción de los asistentes. Escucha a las víctimas, a los combatientes y ante el Cristo de Bojayá dice “La verdad es una compañera inseparable de la justicia y la misericordia. Juntas son esenciales para construir la paz…”.
A las 4:50 sale de las Malocas y nosotros empezamos a desmontar ese gran andamiaje que durante 6 meses habíamos preparado con minuciosidad. Por nuestra parte habíamos cumplido con excelencia.
Su agenda se desarrolló hasta las 5:40 pm, cuando regreso a Bogotá. En esas 8 horas y 39 minutos, el Santo Padre nos bendijo a todos y nos desbordamos de emoción cuando nos habló de perdón, de reconciliación, de amor, de sonrisas, de paz y de esperanzas.
EPILOGO
Muchas veces me han preguntado que significó producir este acontecimiento y responderé siempre que ha sido el más grande reto en toda mi vida. No solamente trabajamos con entrega por lo que significaba para los católicos la visita de Su Santidad, sino también por lo que representa para nuestra ciudad, departamento y región.
El 90% de quienes estuvimos en todos los frentes, somos metenses y demostramos que podemos sacar adelante con eficiencia y decoro cualquier reto que se nos presente, como este que difícilmente se repetirá.
Siempre guardo en mi corazón, los emotivos momentos de la historia que ayudamos a escribir cuando Francisco vino a Villavicencio. Un hombre excepcional. Un ser iluminado y sonriente….el representante directo de Dios en la tierra.
¡Que en paz descanse!