La mentira de Petro con el ACPM y la gasolina
Autor: David Mora, Economista, Mgtr Economía del Desarrollo Metropolitano y Regional, analista económico y docente universitario.
El gobierno de Gustavo Petro es el que mayores aumentos en el precio de los combustibles líquidos pretende fijar desde el surgimiento del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) en el 2008, durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
En el caso de la gasolina, el galón promedio pasó de valer $9.180 en octubre de 2022,a rondar los $15.574 a agosto de 2024, un incremento del 70% en menos de dos años, mayor a $6.000 pesos.
En el caso del ACPM, el ministro de hacienda Ricardo Bonilla, anunció un fuerte incremento para septiembre de 2024 de $2.000 y dos incrementos restantes durante 2025 hasta completar $6.000 pesos de aumento, lo que es igual a decir que el galón de ACPM pasaría de $9.650 a cerca de $16.000 pesos, como se encuentra la gasolina actualmente.
Esta decisión obligó a los transportadores de carga del país a realizar una jornada de protesta el viernes 30 de agosto como rechazo a la medida debido al impacto económico y social que esta genera sobre la población; al día siguiente el Gobierno Petro aumentó el galón del ACPM en $1.904 pesos.
Funcionamiento del FEPC
El origen del problema radica en el fondo FEPC que, palabras más palabras menos, establece la fórmula que determina el precio de los combustibles en Colombia. Esta fórmula hace que el precio se divida en tres grandes rubros que son, el Ingreso al productor (IP), los impuestos y la logística.
Para el caso de la Gasolina Motor Corriente (GMC), el precio se distribuye en 57% para el IP, el 24% en impuestos y el 19% restante para logística que incluye el margen de ganancia para el distribuidor mayorista y para el minorista. En el ACPM el precio se distribuye en 67% para el IP, el 14% para impuestos y el 19% en logística.
De entrada es claro que entre menos impuestos haya, menor será el precio de los combustibles, pero ni los impuestos y menos la logística son el centro del problema, estos rubros son parte del mismo.
El centro del problema radica en que el fondo establece que “el gobierno regula los precios de los combustibles a través de la fijación del ingreso al productor, el cual
debería depender del comportamiento del precio de paridad (PP)”, que a su vez, está atado a la tendencia del precio internacional de cada combustible en el mercado estadounidense del Golfo de México u otro mercado competitivo.
Esto quiere decir que al productor no se le paga de acuerdo a su costo de producción más su ganancia como debería ser, sino que se le paga de acuerdo al valor del precio en el mercado internacional, lo que llaman Coste de Oportunidad. Que valga decir, generalmente es mucho mayor que el precio real de producción de Ecopetrol.
Falso subsidio y supuesto déficit
Entonces, cuando el IP es mayor al PP, el FEPC le cobra a los refinadores e importadores el diferencial de participación como mecanismo de ahorro, entra plata a la nación. Mecanismo que muy pocas veces se ha utilizado.
Por otro lado, cuando el IP es menor al PP, el FEPC debe pagarle a los refinadores e importadores el diferencial de compensación como mecanismo de desahorro, sale plata de la nación. Mecanismo que prácticamente siempre se ha utilizado y es lo que llaman déficit, el cual termina siendo pagado con el presupuesto nacional.
En otras palabras, eso que los defensores del modelo FEPC llaman “subsidio” para cubrir el supuesto déficit, en realidad es una super ganancia extra no merecida, que pagamos del presupuesto nacional o del bolsillo directo individual cuando aumentan el precio, como pretende el Gobierno Petro, a refinadores e importadores. En concreto, si la fórmula del fondo no atara el IP al PP, el tal déficit no existiría y menos se hablaría de un falso subsidio.
Coste de Oportunidad o Precio Colombia
Por tanto la verdadera discusión nacional sobre el precio de los combustibles está en el FEPC, si se modifica o no, si a los colombianos se les cobra a precio internacional (coste de oportunidad) o se les cobra de acuerdo a los costos de producción de Ecopetrol más la ganancia, para establecer un Precio Colombia como propuso Unidos – Cámara Intergremial del Transporte al gobierno nacional.
Esta medida llevaría a que el galón de ACPM pasara de $9.650 que cuesta hoy a establecerse en el Precio Colombia en $10.290 y no como quiere el ministro Ricardo Bonilla que es de $15.650 pesos para 2025. Incluso el Precio Colombia es inferior al precio estadounidense del Golfo de México con y sin impuestos y también está por debajo del PP que está en $13.880 pesos el galón. Por su parte el galón de gasolina quedaría en $10.418 y no en $15.574 pesos como está hoy.
Imagen o trino de los valores de Unidos.
La gran mentira de Petro
El Gobierno Petro no aceptó la propuesta del gremio transportador argumentando que esto afectaría las finanzas públicas al tener que pagarse el supuesto déficit, diferencial de compensación, del presupuesto nacional.
En esa afirmación coinciden con el uribismo y demás sectores de la política tradicional, pero de forma especial con el FMI, organismo multilateral que en 2019 “orientó” al país a subir de forma drástica el precio de los combustibles en los años posteriores. Mejor dicho, Gustavo Petro hace la tarea que el FMI le encomendó a Iván Duque pero que el gran Paro Nacional de 2021 le impidió materializar.
Pero la afirmación es falsa, es una gran mentira, porque el supuesto déficit que se genera cuando no se aumenta el precio del combustible es resultado de la metodología del FEPC y lo que realmente ocurre es que el diferencial de compensación se distribuye entre públicos y privados. En cuanto a la gasolina el diferencial se destina en más del 30% al pago de importación y en 70% a Ecopetrol, que a su vez es 11,5% privada y 88,5% pública. Por su parte el diferencial del ACPM se destina prácticamente todo a Ecopetrol.
En esencia el FEPC está pensado para garantizar extraordinarias ganancias a los accionistas privados de Ecopetrol que en su gran mayoría son capital financiero nacional e internacional y también gana la importación de combustibles que no sería viable con el Precio Colombia al estar por debajo del precio en el Golfo de México.
Cuando no se aumenta el precio de los combustibles, para el caso de las acciones públicas de Ecopetrol, el dinero que sale del bolsillo del presupuesto nacional para cubrir el diferencial vuelve a entrar al mismo bolsillo vía utilidades públicas de la compañía.
En cambio, cuando el gobierno nacional aumenta el precio de los combustibles como indica la fórmula del FEPC está aplicando política fiscal restrictiva, como una reforma tributaria indirecta, que afecta a todo el país que encarece el transporte y el consumo de bienes y servicios, mientras beneficia a la importación, a accionistas privados y al gobierno nacional al liberar presión fiscal.
La verdad es que no se requiere el FEPC de Uribe que protege Petro, se debe modificar o eliminar. Esa es la gran mentira del Gobierno Petro, que también repitieron los gobiernos anteriores y que le costará al bolsillo de los colombianos más de $33 billones de pesos, $20 billones de la gasolina y cerca de $13 billones del ACPM. Se afecta al país pero se le cumple al FMI. Aquí tampoco hubo cambio.
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