Opinión

La gran hecatombe económica para Colombia

Por: El Economista José Antonio Pérez Casiano

La decisión del gobierno de incrementar el precio del diésel en Colombia no solo afectará los precios de los bienes y  de manera porcentual  al incremento del combustible, sino que traerá duras consecuencias en la economía familiar por el alza generalizada de lo que a diario consumimos en todas las actividades.

Nos espera una inflación y un receso en el crecimiento de la economía,  dado el pronunciamiento de los camioneros de no  trabajar a perdida y la intensión de parar sus vehículos si el gobierno persiste en subir el precios del diésel y con esta decisión, no tendremos quien trasporte la producción de bienes y servicios a su destino final, quien trasporte pasajeros terrestre y aéreo, no habrá trasporte para la escolaridad,   implicando con esto,  que  los más inminente es una escasez en todas las regiones de bienes y servicios como  ya vimos en el pasado,  cuando se presentó en el paro que el gobierno Santos quiso desconocer, que aunque no fue por iniciativa de los trasportadores logro la parálisis en el trasporte, la escasez de bienes y servicio que conllevó al alza generalizada de precios muy difícil de detener sin que pudiesen provocar  bajas en precios posterior al paro.

La inflación es la destrucción económica para todos los agentes económicos en estos momentos, acentuado por  el efecto crítico de la pandemia, por la asfixia del gobierno con mayores cargas impositivas al sector productivo (inversionistas, empresarios y productores campesinos, entre otros),  por la emisión de dinero sin respaldo, por las amenazas a la propiedad privada con la expropiación, por la quiebra de los fondos privados de pensión, por la inversión forzosa que conlleva al uso del ahorro del pueblo, por la política petrolera aplicada donde el estado   pierde ingresos por regalías que no entraran a las arcas del Estado y con todo ello,  provocará el despido de la inversión, la quiebra  del empresariado, la baja del sector productivo y con esto,  llegará el desempleo para los colombianos.

El gobierno insiste que en Colombia no va haber más exploración y explotación petrolera, pronunciamientos que agravan la situación, genera expectativas de todos lados, especulaciones, un Ecopetrol al garete, unos dividendos inciertos, una junta directiva manoseada,  baja en dividendos para los inversionistas y el estado, y  con la intención de hacer inversiones en el vecino con un gobierno incierto, pone en mayor riesgo la vida económica de Ecopetrol.

No es entendible como el gobierno no  tiene la planeación necesaria, la previsión en un transición energética   y la disposición financiera para suplir el bajón en las regalías  para cubrir la acción social del estado, la prestación de servicios de manera permanente y el funcionamiento normal del Estado sin asfixiar con más impuestos y obligaciones laborales al sector empresarial y a las familias en Colombia.

Ecopetrol por decisión del gobierno debiera producir (refinar) la gasolina y el diésel en prioridad a cubrir el consumo interno y cambiar el porcentaje de regalías con las multinacionales en favor del País  y Ecopetrol, detener la entrega de dividendos para reinvertir y producir más petróleo en Colombia con técnicas compatible con el medio ambiente, reorientar sus utilidades al cambio energético como ente gubernamental de ejemplo, pero no, ahora sale el ministro de Minas a decir que Ecopetrol no compra pan para vender pan y el precio de la gasolina si debe estar acorde con el precio internacional y  ahí si  no copia el cuento de Venezuela que vende su gasolina a más bajo precio para el consumo interno,  pronunciamiento que desconoce la misión de una empresa estatal, donde la rentabilidad no tiene peso como el servicio social.

Con La falta de planeación del gobierno, vamos a tener riqueza sin explotar (hoy somos ricos viviendo como pobres), con una economía destrozada, una sociedad llena de odio, una democracia de capa caída, un gasto público orientado a la improductividad y de aquellos grupos que no le hacen bien al  país, un sector social dependiente por el asistencialismo que genera el estado para conseguir su apoyo, una inseguridad rampante y  con ello la perdida de terreno en Colombia en el control del estado en favor de los grupos armados, una salud en quiebra,   promesas y cuentos para incautos todos los días como los vimos en campaña y muchos creyeron pero que una vez se llega al gobierno no los vemos, al parecer se formó el despiporre y llega el chu chu chu que bien anuncio el gobierno.

 Ahora veamos lo que se le ofreció al pueblo y lo que estamos viendo:

1.     No a la reforma tributaria y ya hubo la primera y se prepara al país para la segunda.

2.    No al alza de los combustibles y lo que no ocurrió en 100 años lo estamos viendo en dos años fuera de cuentas lo que nos espera con el incremento del precio del diésel que tendrá efectos colaterales incalculables en la economía.

3.    No a los peajes y estamos viendo peor las cosas con incrementos mayores.

4.    No a la negociación con delincuentes porque gobierno que negociará  con delincuentes era un gobierno delincuente y que estamos viendo.

5.    No a la reforma a la justicia con rebaja de penas y condonación de penas a los delincuentes y que estamos viendo.

6.    No a la constituyente y la reelección y hoy solo se habla de eso y va por ellas.

7.    No a la compra de gas a Venezuela y vean sus intenciones, los tiene varados los daños al oleoducto o de lo contrario ya lo estuviera haciendo.

8.    No a la corrupción y estamos peor.

9.    Prometió La paz con el ELN en los tres meses de gobierno y en dos años el gobierno ha perdido terreno y no vemos esperanza para los colombianos y mucho menos para la fuerza pública.

10.   Quiebra a la salud.

11.   Quiebre inminente al sistema bancario y el ahorro de los colombianos con el proyecto de inversión forzosa que quiere presentar.

12.   Quiebra a los fondos privados de pensiones.

13.   Incrementos desmedidos en los servicios públicos aun teniendo control en las comisiones de servicios públicos domiciliarios, con altas posibilidades de racionamientos.

14.   Entrega de dineros y trato preferencial al que hace el mal (un millón para que no mate, tres millones para que no cultive marihuana, trasporte gratis en Transmilenio para que no se colen, Mancuso gestor de paz) y a los cultivadores de arroz, plátano, papa y demás productos agropecuarios ni una ayuda y menos subsidios, a los empresarios e inversionistas mayores obligaciones e imposiciones tributarias más la generación de odio, tildándolos  de blanquitos ricos oligarcas.

15.   Debilitamiento de la fuerza pública que solo fortalece a grupos armados con sacrificio a la seguridad ciudadana y aparición de terrenos donde el Estado no puede llegar a imponer orden.

16.   La Emisión de dinero por el banco de la República sin respaldo, acelera el disparo de la inflación… esperemos que el gobierno no tenga mayorías en la junta del banco de la República por el bien del país.

17.   Burla a las decisiones de las altas cortes, de la procuraduría, de la contraloría, fiscalía (ahora ya tiene fiscal), las decisiones de la junta de Ecopetrol, desconociendo la separación de poderes y gobiernos corporativos.

18.   Ya no hay medicamentos, no habrá combustibles (la escases es una característica de gobierno de izquierda), no habrá trasporte de carga, de pasajeros, de escolares, ni trasporte aéreo que se traduce en crisis generalizada.

19.   Nunca asume responsabilidad y culpa de todas las decisiones al gobierno anterior, para este gobierno el bien es el mal y el mal es el bien, el sí es el no y él  no es el sí.

Esto entre otras cosas pero………lo peor?  Es lo que está por venir…..la hecatombe económica.

Crédito Llanogas

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