Editorial

La falsa dignidad del Presidente Petro frente a EE.UU

Autor: David Mora, Economista, Mgtr Economía del Desarrollo Metropolitano y Regional, analista económico y docente universitario.

“El Gobierno de Colombia ha aceptado todos los términos del Presidente Trump”, por eso “hemos superado el impase con el Gobierno de los Estados Unidos”. Así se lee la unión de la primera frase del comunicado de la Casa Blanca con la primera frase del comunicado de la Cancillería Nacional, de entrada queda claro quien sometió a quién. Si quedan dudas, bien pueden ir a leer el cuerpo de ambos comunicados, el de Estados Unidos (EE.UU) bastante retador y el de Colombia bastante conciliador.

Independientemente de las afinidades políticas, que van mucho más allá del simplismo Petro o Uribe, este “impase” debe dejarnos un aprendizaje para la vida que determina el avance nacional y es que, todos los colombianos sin distinción de clase, raza, género, color político y un largo etc, debemos defender  y hacer respetar nuestra nación. Justificar las declaraciones de Trump en contra de nuestro país y nuestra gente, es traición a la patria y en latinoamérica sabemos que “el que no quiere a su patria no quiere a su madre” 

Lo anterior no implica que se le pueda creer al Gobierno Petro su destello de dignidad y defensa de la soberanía nacional y no es creíble, porque varios hechos demuestran lo contrario. Empecemos.

No es la primera vez que se deportan colombianos durante la administración Petro. Del siete de agosto de 2022 al cierre de 2024 fueron deportados por los EE.UU cerca de 26.000 compatriotas durante el Gobierno Biden, equivalente al 81% del total de deportados nacionales provenientes de todo el mundo. Durante ese periodo los nacionales recibieron un trato indigno, fueron detenidos varios días e incluso meses, separados de sus familias, esposados de pies y manos, montados en un avión y liberados al llegar al país tal cual hace el Gobierno Trump hoy, la diferencia es que a Biden, Petro, ni le chistó.

DEPORTADOS         MUNDO         EE.UU            %

2022                         3.648               2.646            73%

2023                       10.818               8.992            83%

2024                       17.430             14.226            82%

TOTAL                     31.896            25.864           81%

*Datos de agosto a diciembre de 2022.                                                                                                                Fuente: Migración Colombia, cálculos David Mora.

Los hechos también demuestran que muchas decisiones políticas de sumisión frente a EE.UU establecidas por los gobiernos anteriores, las mantiene y profundiza el actual gobierno. Revisemos un par de ejemplos.

A pesar de ser promesa de campaña, a la fecha no ha sido renegociado ni un punto del TLC que quiebra la producción nacional, el cual tiene en vilo a varios sectores de la actividad agropecuaria y dificulta el desarrollo de la industria manufacturera que estamos en capacidad de producir. Este tratado fue firmado en 2006 pero entró en vigor hasta mediados de 2012, año en que cerramos con la balanza comercial positiva por USD$8.244 millones, la cual se volvió negativa desde 2014 y cerró 2023 en -USD$1.920 millones. Sin duda, es un TLC para importar, no para exportar. 

El Gobierno Petro además de mantenernos dentro de organismos y tratados internacionales al servicio de los intereses geopolíticos de los EE.UU como la OTAN y el TIAR, permite maniobras militares en nuestras aguas. Incluso en 2024 nos incluyó en la Fuerza Marítima Combinada, coalición de 46 países al mando del vicealmirante George M. Wikoff actual comandante del Comando Central de la Armada estadounidense. En otras palabras, nuestros soldados están listos para servir como carne de cañón en guerras extranjeras. 

 En esta política de sumisión, ni el medio ambiente y biodiversidad se salvan, ya que la saliente ministra ambiente, Susana Muhamad, le metió el acelerador a la construcción de la subestación militar gringa en el Parque Nacional Natural Gorgona en contra de todas las advertencias de la comunidad científica. 

La misma suerte corre el Amazonas donde el Gobierno Petro activó el proyecto para construir un megacentro de policía con financiación estadounidense que incluye equipos y radares de alta tecnología para monitorear y recoger información geoespacial. Este megacentro como la subestación van más allá de la lucha contra el narcotráfico, se enmarcan en el interés estratégico de los EE.UU en América Latina, aguas libres para el tránsito de sus mercancías y tierras raras para el desarrollo de alta tecnología.

Cuando se analizan los hechos, es claro que el Presidente Petro frente a EEUU tiene falsa dignidad, defiende la soberanía nacional en público mientras se arrodilla en privado, y eso así, no sirve. Por eso estamos como estamos.

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