De la insensatez a la sensatez de los políticos
Por: Alonso Garay Cajamarca
Una persona del gobierno municipal me abordó esta semana y me cuestionó por pretender ser candidato a la alcaldía de Villavicencio, Me dijo que “Fuera sensato y lo pensara bien, que primero, debería hacer carrera política, por lo menos ser concejal y luego sí, pensar en una alcaldía” y segundo que la alcaldía “Era un baloto y cómo pretendía ganarla gratis, que debía tener mucha plata para lograrlo”.
Ante tal cuestionamiento surge la pregunta: ¿Qué es ser sensato? Por lo general, la sensatez es la capacidad de actuar con inteligencia y sentido común en las diferentes situaciones de la vida; pero pensar que pasar de ser concejal a ser alcalde, recitando un discurso de oposición sin ninguna propuesta seria y más delicado aún, elegir un mandatario sin experiencia, ni conocimiento y con más soberbia que inteligencia, que como consecuencia, genere ingobernabilidad y caos en la ciudad: Eso es una decisión insensata. Además, recordemos que aceptar un cargo para el que no se está preparado, es el primer acto de corrupción de un funcionario.
Le manifesté que contrario a su cuestionamiento, atreverse a aspirar a la alcaldía de Villavicencio, con argumentos de peso como la honestidad, la credibilidad y liderazgo gerencial y técnico, la experiencia de más de 20 años ejerciendo como gerente público; asesor de alcaldes del Meta, Cundinamarca y Casanare en temas de administración pública, amplio conocimiento en desarrollo de empresas de servicios públicos y con propuestas claras de impulso, mejoramiento y crecimiento para nuestro municipio: Eso sí es ser sensato.
En cambio, la insensatez es una característica de la conducta humana que se define como la falta de razón o de juicio en la toma de decisiones. Se trata de una actitud que lleva a cometer errores graves, puesto que las determinaciones no tienen argumentos sólidos y tampoco tienen en cuenta sus consecuencias negativas. La insensatez puede manifestarse de diversas formas, como por ejemplo en la toma de riesgos innecesarios, en la obsesión por conseguir objetivos sin importar los efectos adversos o en la incapacidad para evaluar las situaciones de forma adecuada.
¿De qué sensatez me estarían hablando?…
Alonso Garay Cajamarca ,Villavicencio Posible